Entre lo verdadero y lo falso
Kaysho
Iriel Hernández Cobreiro
Hace
unos años leí un artículo del Shihan de la Bujinkan Maximiliano
Rossati sobre el Kyojitsu. Apenas había comenzado a estudiar el Ninjutsu y los
conocimientos que me brindaban me habría un nuevo mundo para conocer algunos de
los principios de las Artes Marciales.
El
concepto no es solo aplicable a las artes de combate (como sucede con casi
todos los conceptos que aplicamos a diario), y cito: “Pensar que hay momentos en la vida, que creemos poder distinguir
aquello que es falso de lo verdadero. (…) Todos usamos Kyo en nuestras vidas,
en nuestro trabajo, en la escuela, con nuestra pareja, etc.”. En la vida
nos encontramos constantemente con personas que nos muestran una versión de sí
mismos que no es la correcta, es decir, nos muestra lo falso (Kyo), para esconder
lo verdadero (Jitsu). Y lo utilizamos constantemente: sentimientos que no
decimos, mentiras para no herir, y una considerable forma de esconder lo
“verdadero”, y mostrar lo “falso”.
El arte
del Ninjutsu, o Shinobi Jutsu, basado en el engaño, utiliza en muchos aspectos
de la práctica mostrar una imagen de una verdad “holográfica” para realizar una
acción no esperada, un movimiento para el que el oponente no está preparado:
revelar una debilidad cuando no existe, provocar una reacción para utilizarla en
su contra o hacerle creer una verdad que no es.
Pero
comúnmente, se genera una falsa idea (Kyo),
para generar una debilidad, un agotamiento, una apertura (Kyo). Dos palabras homófonas que adquieren significados diferentes.
Y retomando la cita: “En pocas palabras,
usamos Kyo, para generar Kyo”. Es decir, generamos una imagen falsa para
lograr una debilidad y así mostrar nuestras verdaderas intenciones.
Ahora,
existe un momento donde el ponente se mezcla con el atacante, donde los papeles
se intercambian y no existe ni Uke, ni Tori, donde a la vez se unen ambos y el
atacante se convierte en atacado. En ese momento, los conceptos (Kyo y Jitsu) interactúan, se pierde el límite entre lo verdadero y lo
falso, para generar una acción de la que puede depender el combate, o en
algunos momentos, la propia vida.
En un
combate real algunas respuestas involuntarias nos muestran sobre sus acciones
futuras o un movimiento por realizar, y debemos determinar en donde está lo
verdadero y lo falso, ya que un versado en el arte de la guerra, puede
utilizarlo para mostrar Kyo, generar
Kyo, y contraatacar con Jitsu.
En la práctica, se debe lograr llevar a cabo la acción como si fuese
una, y llevar a ejecutarla de manera natural, para no mostrar aperturas ante un
Kyo del oponente. Lograr engañar –incluso-, a nosotros mismos.